Somos una fundación sin ánimo de lucro con el corazón puesto en el servicio. Atendemos, acompañamos y transformamos vidas sin distinción de raza, género o creencias. Creemos en el poder del amor de Cristo para sanar, restaurar y dar nuevas oportunidades. En nuestros hogares temporales, brindamos refugio y esperanza a personas que luchan contra el consumo de sustancias, así como a quienes atraviesan situaciones difíciles. Pero nuestro compromiso va más allá: estamos siempre listos para servir, ya sea con un plato de comida, una palabra de aliento o una mano amiga. También extendemos nuestra labor a madres cabeza de hogar y niños en situación de vulnerabilidad, respondiendo con fe, compasión y acción a sus necesidades más urgentes. Aquí, cada vida importa. Cada historia merece una nueva oportunidad. Y cada día es una oportunidad para amar como Jesús nos enseñó.